viernes, 5 de marzo de 2010

FLAGELO PROPIO

Aun recuerdo cuando sonreía, cuando te miraba y no valían las palabras, porque tu exhalar y mi inhalar lo decían todo. Aun recuerdo cuando sonreía, cuando caminar era despegarnos del suelo, juntos, hacia donde las horas y el cansancio nos llevaran; pero ni las horas ni el cansancio importaban, porque estaba yo y estabas tú y sólo eso bastaba.


Mi error es por buscarte en muchas otras, sin entender que el facsímil nunca dejará de ser eso, una copia. Y es que no logro convencer a mi necedad de que no eres mía, que quizá nunca lo fuiste porque yo nunca lo creí. Y ahora vienen las lamentaciones, cuando no es la soledad la que me hace recordarte sino la sonrisa que se dibuja en mi rostro de sólo imaginarte, de imaginar quizá que estarás al lado mío cuando despierte, de sentir en el aire tu inconfundible esencia, de soñar que nuestros labios sólo están separados por la brisa alebrestada por nuestro encanto… no lo sé, pero me aliviaría saber que me estás esperando por lo menos en otro tiempo.


Y no es que mis ideas no tengan donde reposar, tampoco es que la alegría se haya esfumado, ni mucho menos quiero que pienses que te extraño y, no quiero que lo pienses, porque ahora te lo digo, es verdad, me haces falta.


Aun recuerdo cuando sonreía, cuando te miraba y corrían las lagrimas inexplicables con nuestros dedos que se estrujaban como si no fuera a existir otra oportunidad para que se tocarán; quisiera que ahora estuvieras aquí, para que me digas cuan imperfecto soy y para que te diga que los que yo creía que eran tus defectos, son los que te hacen el mejor recuerdo de dos veranos y dos inviernos.

Y aunque vea difuminarse los días con tus caricias imaginarias, vuelvo a sonreír, porque sé que nunca más volverás a ser mía…

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Porque quisiera volver a jugar al ciclope, “las bocas se encuentra y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyándose a penas con la lengua en los dientes; jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene…”

Gracias Abi por el capitulo 7, acá tienes mis opiniones.

domingo, 29 de noviembre de 2009

La Construcción del Hombre, Madurez.

Discurso pronunciado el 28 de Noviembre de 2009 en el Auditorio "Hombres de la Reforma" de la MRGLVM.

El todo se divide en partes y el comportamiento de cada fractal determinará la estructura del todo. El hombre se construye con base en su aprendizaje empírico y teorético y cada uno de estos hombres dará forma a una estructura aun más compleja a la que hemos denominado sociedad.

Como especie estamos entrando en una etapa de madurez. Hemos dejado atrás la infancia de las civilizaciones antiguas y sus primeros pasos; atravesamos la inestable pubertad de mil años de edad media, destazamos y fracturamos nuestra integridad con los procesos rebeldes y anárquicos como adolescentes cualesquiera en los movimientos independientes y revolucionarios siempre buscando una libertad, una libertad que más bien se entiende como la ruptura del yugo del amo hacia su perro, buscando, bien parece, dejarlo libre para que el perro ande sin saber qué hacer ni a donde ir.

Antes de esto, experimentamos una minúscula etapa de reflexión con los fractales próceres de la ilustración y estos generaron el punto medio para extender nuestra vida en este planeta algunos años más.

Estructuramos nuevas formas para divertirnos con procesos económicos complejos saturados de elementos inentendibles que solo generan beneficios reducidos y, se mantiene entonces, una idea de Nietzsche: han hecho cosas más grandes la guerra y el valor que el amor al prójimo.

Hemos entonces, actuado como cualquier joven que adora los excesos, la vida irresponsable, el jugueteo sobre los límites establecidos, el desorden, la rebeldía, la inestabilidad y demás padecimientos propios de una edad inmadura. A pesar de todo esto, sugiero que perdonemos la barbarie de nuestra especie, sus crisis voluntarias, sus carencias innecesarias, las desigualdades propias de nuestro ser egoísta y ambicioso; porque aun a pesar de ello seguimos creciendo, poco a poco vamos entendiendo que las relaciones humanas no deben resguardarse únicamente bajo un contrato social.

Y debemos perdonarnos para enderezar el camino, solo así quedarán justificadas todas y cada una de las injusticias que hemos cometido, pues el creador hizo hombres mas no dioses; por lo que el belicismo, las muertes, la hambruna, la sobre explotación de los recursos, el machismo, el fanatismo, la envidia y todos los desméritos que podamos acuñarle a la humanidad están justificados, han sido parte de su inmadurez, el mismo Jesús lo dijo: perdónalos padre porque no saben lo que hacen.

Entonces, vergüenza de esta raza me generaría que en 50 años siguiéramos cometiendo los mismos atropellos hacia nuestra misma especie y entonces preferiré no estar vivo para no presenciar que el hombre es el único animal que no sabe vivir en grupo aun jactándose de ser el único animal pensante.

Y luego de entender que nuestros tropiezos han sido necesarios para construir una mejor humanidad, veo al hombre sobre un nuevo anillo, está madurando y creo en su madurez, porque ya no solo le importa el ahora sino que se preocupa por quienes viene después de él y este síntoma solo ocurre cuando el hombre y la mujer han madurado y cambian vertiginosamente de una idea ensimismada a una idea de asegurar el bienestar de las próximas generaciones.

Y el hombre y la mujer, como individuo, es decir, el fractal, es también una piedra en bruto en el momento de su nacimiento y esta piedra necesita del trabajo constante para alcanzar la belleza de un diamante. La sociedad es compleja porque el individuo es complejo; estamos inciertos si es el entorno lo que da forma al hombre como lo comenta Freud o son las cadenas de pares base descubiertas por Friedrich Miescher, y aun en esa incertidumbre tengo claro que cada persona, hombre o mujer se construye así mismo y debemos entender que aunque seamos una mínima parte en el todo de esta raza, nuestros hechos y pensamientos tienen repercusiones directas e indirectas en los seres que nos rodean.

Si esta humanidad está mal, es porque yo estoy mal, si esta sociedad esta fracturada es porque yo no he cumplido como se debe con mi obligación ciudadana de trabajar por mí, para generar una polea que guie junto conmigo a mis demás contemporáneos. Si se dan cuenta que hay una pérdida de valores sociales, primero vean hacia adentro de ustedes mismos si tienen el valor moral de hablar de carencia de valores.

Y concuerdo con Octavio Paz cuando critica al mexicano por ser una mente crítica y no creadora, porque así somos como raza, inmaduros aunque nuestra retorica diga lo contrario Esta enfermedad es propia del ser humano, porque como escribió José Saramago: “Si antes de cada acción pudiéramos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos”.

Entonces, como los cobardes que somos, no nos atreveríamos a dar el primer paso, no nos atrevemos a hacer diferencia, porque la constante es el cambio y quien no evolucione está condenado y aletargar el desarrollo de la humanidad y estará condenado a ser crítico y no creador y un símbolo solido de madurez es aquel hombre que construye un legado, que lo hereda y que perdura por el pasar del tiempo.

Porque el fractal hace el todo y si esa milésima parte que compone la máxima expresión de evolución en este mundo no se construye a si misma bajo el ideal de felicidad y bien común nunca, esta raza dejará de ser animal; porque el hombre maduro es aquel que no necesita estar de pie para ser visto hacia arriba y para que a este hombre se le permita estar sentado es porque reconocen que su esfuerzo y trabajo ha sido agotador.

Así se construye el hombre, con trabajo y con una mente creadora; así se alcanza el hombre maduro. Ahora entonces, dejen de aletargar el desarrollo de mi especie porque existen y existimos hombres que estamos puliendo la roca con pico y pala y no con la palabra charlatana embriagadora de las masas.

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miércoles, 14 de octubre de 2009

La constante del hombre es el cambio.

Para mi entrañable y siempre atento amigo, Eduardo Torres Alonso.
Si no rotamos como lo hace la tierra, si no evolucionamos como el resto de las especies, si esperáramos a que la sinergia de la naturaleza nos traiga consigo nuevos elementos por descubrir; elementos inquietantes que hacen temblar la razón y la estabilidad de las ideas. Si no acercamos nuestros ojos al mañana, el tiempo no perdonará nuestra desfachatez de considerarlo eterno, sin espacio, de burlarnos de él por no creer que llegaría.

Si las mentes libres dejaran de soñar, de vislumbrar, de creer; si esas mentes se inquietan… se pierden y se apilan, en ese montón de cuerpos y cabezas vacías, de hombres y mujeres anodinos. Esas mentes, no sé pueden pervertir, porque son sensibles, porque son sencillamente consientes de sus propios demonios y esta conciencia los turba continuamente, ayudada de las baratijas viscerales a las que le somete su entorno.

La ortodoxia de la costumbre, nos llama a buscar en todo momento, a buscar y encontrar, a encontrar y mantener. Ergo, es todo por la atracción de la costumbre, por el martillado cliché en el que se vive cada día; en lo monótono del ser cotidiano y del vivir: de, para y con. Solo vivir, vacuo y sin sentido. Olvidando el disfrute que alguna vez nos genero estar en grupo, estar en pareja, estar en familia; porque la costumbre y la rutina nos abrazan y asfixian haciéndonos creer que los seres somos eternos y que los sentimientos son pasajeros.

Y el mundo mantiene su constante: el cambio. Entonces el liberal trae al conservador y el conservador regresa al liberal y se mantiene el cambio, aunque más bien solo intercalan las piezas pero la esencia no se modifica. Porque el hoy ya no lo será mañana, por que apareció la constante. Entonces, ¿porque mantenernos ahí, inertes, sin conocer el espacio, sin respirar los variados aires que nos traen las corrientes?

Está bien, quédense ahí, porque la constante es el cambio y la rueda del tiempo está por aplastarles, por ignorar que hay que seguir avanzando, por pensar que vuestra leve silueta sería llevada amablemente por la brisa: pensaron mal. La brisa no te lleva al cambio, será un viento torrencial el que te arrastre de golpe. Entonces, abrirás los ojos y descubrirás que tu falla recae en quedarte parado, que si tan solo tu pensamiento hubiera dado un paso, la misma corriente de la simplicidad no te habría arrastrado.

Solo fluyan las mentes libres! Serán creadoras de mareas, de erosiones, de energía y con esa energía moverán las barracas más inmanejables, serán entonces valor en la constante, en el cambio, en el ser y deshacer; en lo que representa estar y en lo que es estar y ser y, lo que solo quiso haber sido. Porque los que se mantienen quietos sienten frio y “si siente frio buscan el calor en las bebidas fuertes; si se acaloran buscan la frescura en los espíritus frígidos; la opinión pública les consume y les pone febriles”… son esclavos de la imagen y del zumbido de las moscas.

Porque lo señala Zaratustra: “Éste es el infierno para los pensamientos solitarios. Aquí se cuecen vivos los grandes pensamientos y se les convierte en papilla. Aquí se pudren todos los grandes pensamientos; aquí no se oye más que el pequeño chasquido de las pasiones resecas”.

Entonces los que están arriba seguirán dándole vueltas a la ruleta, sin importarles los de abajo, porque saben que los de abajo no se importan ni a ellos mismos… existen entonces, los creadores de viento y su antagónico: la nube quieta y calma que espera que el viento le guie en su camino para nunca dar el cambio.

lunes, 27 de julio de 2009

La razón es infeliz

Todos piensan, pero ¿Qué piensan, en qué, en quién? ¿Les mortifica el pensamiento o les hace felices? ¿Vivirán una realidad alterna, metafísica, platónica en las ideas? O ¿Es solo que en su pensamiento se resguardan de la salvaje intemperie, de la pesada realidad?; quizá se refugian en su pensamiento para olvidar o tal vez lo contrario, recuerdan y reviven en él lo que ya no está, lo que ya paso, lo que quisieran seguir viviendo.

Pensar es una virtud, todos piensan si, el detalle está en que es en lo que piensan. Si el ejercicio filosófico del preguntarse recae sobre bases enmarañadas que descubrirán buenas teorías o, si solo su pensamiento los lleva a la vagancia cotidiana, del chisme del amigo o solo es la imperiosa necesidad de tener algo en la cabeza, para saber y sentir que estamos, que vivimos y que percibimos.

Pensar e hilar lo intangible para trasladarlo al estado sólido de las letras; el dogma del que busca respuestas y del que quiere compartirlas, la escritura. Pensar y expresar, adentro y afuera, pareciera sencillo pero representa una amplia complejidad; tener algo importante que escribir, que no sea solo "el querido diario" o el espacio para dar a conocer lo desenfrenado de las emociones, para sentirse leído, escuchado e importante.

Esa sinapsis para dar congruencia a la interminable lucha entre lo que es sentir y lo que es razonar. A veces la vida del que siente es más sencilla, vive en el influjo de la sangre cálida y la respuesta pasional. Muchas otras veces la vida del que piensa es más compleja, pues su mundo ya no es un micro mundo, es un desmembramiento del todo, del universo, del ser, de su propio ser y entre más piensa y más sabe más infeliz se vuelve pues no encuentra respuestas y, si las encuentra le generan más preguntas. En ocasiones el que piensa quisiera solo sentir, vivir el momento sin pensar en las implicaciones, ni en los compromisos.

Por ello se vuelve infeliz la razón, se amarga y quisiera nunca haber emprendido el desarrollo neuronal, el síndrome de Einstein para preguntarse por todo y saberse ignorante siempre en algo nuevo y a distinta escala.

Así nace la infelicidad de la razón. Sencillamente, mientras más conozco más compleja se vuelve la existencia; pero ya que descubrimos la miel del pensamiento no decaigamos en lo mundano, en lo posmoderno, en la simpleza de la vida galante y materialista, en lo vago y vacio de las conversaciones de grupo... Es eso, lo que le devuelve la felicidad a la razón, saberse útil, diferente, de una tonalidad distinta a la de la masa. Es lo que quiero compartir con el lector, mis ratos de pensamiento que intercambié con otro por ratos de simpleza entre platicas y muchedumbre aburrida de estar aburrida, de no salir de su cotidianeidad.

Sirva este espacio para algo más que un divertimento ocioso. Gracias a todos quienes han hecho posible que las ideas fluyan y que el empirismo y el conocimiento teórico se unan para obtener una síntesis absoluta, espero este espacio sea de utilidad para muchos.